Centolla

*Cada unidad que añadas a la cesta, equivale a una pieza de centolla.

INFORMACIÓN SOBRE EL PRECIO:

Como tu producto vendrá de la lonja y para asegurarnos la máxima frescura, una vez selecciones un tamaño, te cobraremos el precio máximo del tamaño elegido. Una vez sepamos el peso exacto, te devolveremos la diferencia a través del método de pago elegido. Recibirás un email con la devolución exacta.

Si quieres un peso en concreto, añádelo en los comentarios e intentaremos darte el más ajustado posible.

DESCRIPCIÓN Y CUALIDADES:

El marisco gallego mas internacional. Es un crustáceo braquiuro y decápodo (tiene 10 patas). Color rojizo, cuerpo grueso y redondeado con un grueso caparazón cubierto de vellosidades. La centolla gallega es una de las más apreciadas por la textura de su carne y sus diferentes sabores dependiendo de la zona del animal que te comas. Así, la carne de las patas no te sabrán igual que la del pecho, y el sabor de su coral tampoco te dejará indiferente.

Hay gran diferencia entre el macho y la hembra, llegando a alcanzar precios completamente diferentes. Para poder diferenciarlas sobre todo hay que fijarse en las patas y en la forma del vientre. Los machos tienen las pinzas más grandes que las hembras, y la “tapa” que hay en su vientre tiene forma más triangular y alargada, mientras que las hembras la presentan más circular y ovalada.

Las formas que hay de saber que una centolla está en su punto óptimo de carne son varias las cuales os describiremos a continuación:

Primero debemos fijarnos en las “uñas” de la centolla. Estas tienen que ser oscuras y duras, es decir, que no se doblen con facilidad.

Seguidamente nos fijaremos en el vientre o “tapa”, y para ello presionaremos el dedo sobre este.

Una buena centolla tiene que tener esta tapa “rígida”, que no se doble con facilidad, en caso contrario la centolla no es de buena calidad.

Por último y no menos importante, abriremos esa “tapa” y nos fijaremos en la “vena” interior de la centolla que recorre este apéndice a su largo. Un síntoma de buena calidad es que esta “vena” debe estar limpia con unas tonalidades claras. Si esta vena es de un color oscuro, es síntoma de que la centolla no esta en su momento más óptimo.

Por último comentar la temporada de la centolla gallega, la cual no está disponible todos los meses del año. De abril a noviembre se encuentra en veda, y los mejores meses para su consumo son probablemente enero-febrero, aunque su mayor punto de consumo se da en época navideña.